Ruta 231 Villa la Angostura

sábado, 13 de marzo de 2010

La ciudad ,los niños y la movilidad


«Hay que replantearse la ciudad desde el punto de vista de un niño, es decir, desde una altura de un metro diez.» Walter Veltroni, alcalde de Roma

El tráfico de coches es más mortal para nuestros hijos que cualquier otro tipo de agresión que puedan llegar a sufrir.
Por cada niño víctima de violencia hay que contar tres que mueren en un accidente de tráfico. En los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el 41 % de las víctimas mortales entre los niños de menos de 14años se debe a accidentes de circulación: en dos casos de cada tres, el niño era ciclista o peatón, y en el tercero, pasajero de un automóvil. El porcentaje de muertes por violencia se sitúa en el 14 %.
La gravedad de las heridas y el riesgo de muerte aumentan drásticamente con la velocidad del impacto. En las ciudades y en las zonas donde la velocidad está limitada a 30 km/h fuera de las grandes arterias, se observa una reducción de la frecuencia y gravedad de los accidentes en los que están involucrados peatones o ciclistas. La frecuencia de los accidentes puede reducirse entre un 20 % y un 80 %.
Reducir la velocidad de forma generalizada significa reducir también la gravedad de las lesiones de las víctimas, y presenta ventajas mucho mayores que una simple medida aislada como puede ser la obligación únicamente para los
ciclistas de llevar casco.
Lo que se gana en seguridad con medidas de moderación «necesidades» del tráfico de vehículos: esa moderación no afecta a las posibilidades de acceso a las distintas zonas de la ciudad y sólo tiene un efecto mínimo sobre la velocidad media de los automovilistas. Las situaciones que detienen o frenan el tráfico en una ciudad son muy frecuentes (maniobras para aparcar, señales luminosas, cesiones de prioridad, etc.). En Graz (Austria), regida por el principio de «ciudad de 30 km/h» (sólo puede circularse a 50 km/h en las grandes arterias), una serie de medidas concretas aplicadas durante la elaboración del plan de moderación de la velocidad demostraron que un trayecto que se efectuaba en quince minutos como media sólo tardaba un minuto más en recorrerse cuando la velocidad se redujo a 30 km/h en las calles locales. Este argumento se utilizó en la campaña de información que precedió a la introducción generalizada del límite de 30 km/h, algo que se hizo en una sola noche, el día antes de que empezaran las clases tras las vacaciones de verano. En Graz la limitación de la velocidad a 30 km/h se aplica no mediante costosas instalaciones (salvo las marcas y señalizaciones de tráfico), sino por controles de radar y mediante una vasta labor de información pública.
Ha podido demostrarse que la moderación de la velocidad y del tráfico tiene ventajas para la vida comercial local y del centro urbano: con ello se estimula a los ciudadanos a hacer sus compras cerca de su domicilio (véanse el estudio de Estrasburgo y el realizado en 1991 por Deutsches Institut für Urbanistik en treinta y ocho localidades). Ir a la tienda a comprar, echar una carta al buzón o recoger un aparato del taller de reparaciones del vecindario, por ejemplo, son los encargos típicos que pueden encomendarse a un niño cuando el entorno es seguro y, además, contribuyen a aumentar su sentido de la responsabilidad y la confianza en sí mismo.

Podés descargar el texto completo acá http://ec.europa.eu/environment/youth/original/air/kids_on_the_move_es.pdf

Enviado por Marcela Rojas

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