En los días de lluvia se incrementan los riesgos de involucrarse en un siniestro. Es que la lluvia, junto con la niebla, es uno de los factores climáticos que más incrementa el riesgo de verse involucrado en un siniestro.
El 90% de los choques son causados por errores del conductor, por eso CESVI ARGENTINA indica cómo debemos actuar en caso de manejar bajo una lluvia intensa. Mas allá de la condición de ruta que se presente, el primer consejo que debe darse es tener sentido común y precaución. Al llover, el agua se mezcla con la suciedad y el aceite presente en las calzadas, creando las condiciones perfectas para derrapar.
La mejor forma de evitar el patinamiento es reducir la velocidad.. Si conducimos más despacio, más banda de rodadura del neumático estará en contacto con el pavimento, lo que redunda en mayor tracción y respuesta de frenado.
Habitualmente, cuando analizamos siniestros donde el vehículo despista de la ruta, un paso obligado dentro del proceso de investigación es el análisis del estado y la presión de los neumáticos. En un 80% de los casos encontramos indicadores sobre mal estado de los neumáticos, que sumados a otras circunstancias como la velocidad o las malas maniobras en situaciones críticas, son los causantes de la colisión. Realmente el estado de las gomas adquiere protagonismo en estas circunstancias, ya que tiene la misión de desagotar el agua para que el contacto entre el caucho y el asfalto sea el mejor posible.
En estas circunstancias, más allá de su diseño, lo principal es que cuenten con la profundidad de dibujo adecuada. Si bien la Ley de Tránsito exige una profundidad mínima de 1.6 mm, es importante considerar que si la profundidad es mayor tendrá también mayores posibilidades de despejar el agua. Por otro lado, la presión es un valor a tener en cuenta también. Debe estar siempre dentro de los valores definidos por el fabricante. Menos presión puede hacer que la banda de rodadura no apoye correctamente y como consecuencia generará una dificultad extra a la hora de despejar el agua.
En resumen:
• Reducir la velocidad.
• Con piso mojado hay que aumentar la distancia de seguimiento con respecto al vehículo que va adelante. Mantener un nivel de atención y precaución extra nos ayudará a no quedar atrapados en la trampa del agua.
• Realizar desaceleraciones suaves y progresivas.
• Es importante ver y ser visto. En casos de mucha lluvia, hay que encender las luces antiniebla delanteras y traseras. Mantener buena visibilidad a través del parabrisas.
Qué hacer para no quedar involucrados en un choque múltiple en Autopistas
• Respete la distancia de seguimiento. En tránsito no tan rápido perciba la maniobra de frenado por lo menos del tercer vehículo que circula delante suyo y comience a frenar progresivamente ni bien vea que enciende la luz de freno.
• No aplique el freno con intensidad y trate, en lo posible, de frenar a una distancia tal que le permita esquivar al que lo antecede si éste se detiene definitivamente.
• Esté atento a los entrecruzamientos, no se distraiga ya que la conducción en estas circunstancias requiere de una mayor atención.
• Deje siempre una vía de escape libre. Intente no circular “encajonado”.
• En días de lluvia, disminuya su velocidad y aumente considerablemente la distancia de seguimiento.
• Un conductor, a mayor velocidad, tiene menor margen de error para la maniobra y las consecuencias pueden ser mayores. En el caso de “pegar un volantazo”, el incremento de la velocidad hace que aumenten las probabilidades de que el vehículo pierda el control con mayor facilidad.
Fuente: CESVI Argentina
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